En realidad solo podia culpar de esto al mayor de los placeres, siendo este, aquel delincuente merodeando a las afueras de mi aula de clases, sabia que de algun lugar lo conocia, y sabia mejor que nada que aquel chico me esperaba a mi. Lo que no sabia era el por que de tan ansioso encuentro. La cla se algebra termino y el maestro octavio me llamo.
- Señorita Elena, sus notas estan cambiando radicalmente y me gustaria tener una conversacion urgente con sus padres.
Inhale aire por la boca y este se enfado y se paro.
- Mire mis padres han muerto, se que usted no lo sabia porque no le importa en lo mas minimo la vida privada de sus alumnos, pero en casos como este usted tendria que saber que no soy yo, so mis emocines que no me dejan tranquila y no puedo concentrarme- Exhale el poco de aire que aun guardaba en mis pulmones despues del pequeño discurso y sali apresuradamente por la puerta.
Tenia los pensamientos en otro lugar y mis pupilas inundadas de emociones, bastaba un recuerdo para que todos esos momentos, buenos y malos pasaran por mi cabeza. Basto un sermon para saber que ya habia llorado bastante.